- Pagos por créditos elevedos:
Un nivel de crédito saludable se logra cuando las cuotas mensuales de todos tus créditos vigentes no ocupan gran parte de tu ingreso mensual. Por ejemplo; si tu ingreso mensual es de ¢500.000 y las cuotas de todos tus créditos suman ¢350.000, estás destinando una gran parte de tus ingresos al pago de deudas. No dejés que tus deudas controlen tu presupuesto.
- Lo básico se paga con la tarjeta de crédito:
¿Utilizás tu tarjeta de crédito para financiar gastos regulares como son las compras en el supermercado o pago de servicios públicos? Si bien podemos usar una tarjeta como una forma de pago para este tipo de gastos, no es recomendable usarla de costumbre. Es decir, cuando se trata de gastos regulares, deberíamos pagarlos con el salario del mismo mes.
- No sabés a dónde va a dar tu dinero:
Si al comparar tus ingresos con tus gastos mensuales, te das cuenta que el dinero no te alcanza y no tenés claro qué estás haciendo con él, es posible que estés gastando tu dinero en pequeños gastos sin llevar control y acumulando deudas. En esta nota te hemos compartido tips valiosos para saber en qué estás gastando.
Si necesitás refundir tus deudas, podés contactarnos aquí para asesorarte e indicarte qué opciones de crédito tenemos para ayudarte.